Investigadores argentinos presentan resultados y beneficios del riego por goteo subterráneo en trigo. Esta novedosa tecnología fue aplicada en siembra directa y cultivos extensivos. Permite una gestión de agua y nutrientes de manera oportuna, precisa y eficiente.
El especialista en riego del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Manfredi, de Córdoba, Argentina, Ignacio Severina, manifestó que el riego por goteo muestra numerosas ventajas. Entre ellas, mayor eficiencia en el uso del agua aplicada, porque reducen significativamente las pérdidas por evaporación y deriva, escurrimiento y percolación profunda.
Un equipo de investigadores evaluó esta tecnología durante siete años, mediante una serie de ensayos. Severina destacó que con 310 mm de riego promedio con esta tecnología se logró triplicar los rendimientos del trigo. Además, se observó resultados similares con los laterales a 80 cm y a 1 m, mientras que a partir de una separación de 1,60 el rendimiento se reduce un 10 %.
Los especialistas presentaron detalladamente los resultados de este estudio en la octava Reunión Internacional de Riego, que se realiza en la Estación Experimental del INTA Manfredi y que finaliza hoy.
Los principales beneficios
Entre las ventajas de esta novedad, el investigador señaló que el riego por goteo subterráneo permite una aplicación oportuna, precisa y eficiente de los principales nutrientes que requieren los cultivos. Los lotes que cuentan con el sistema de riego presentan menor presión de malezas y reducción de proliferación de enfermedades foliares.
También resaltó que requieren menores caudales de agua en comparación con los riegos por pivote central. Esto, permite su uso en zonas con mayores limitaciones del agua subsuperficial.
Los sistemas de riego se adaptan a cualquier forma y topografía de lotes, lo que permite regar casi la totalidad del área ( cerca del 98 %) y la instalación se puede realizar por etapas. Puede ser utilizado con energía fotovoltaica y reutilizar aguas residuales.
Los contra
Ignacio Severina afirmó que esta tecnología demanda mayores costos de inversión inicial. Además, al estar la mayoría de las partes del equipo por debajo de la superficie del suelo, se dificulta la detección de problemas de roturas, taponamientos y fallos en la uniformidad del riego.
El sistema requiere un estricto protocolo de mantenimiento, que implica la aplicación de ácidos, selección de un filtrado correcto, limpieza de colectoras y la toma frecuente de presión. Así también, la necesidad de contar con un personal capacitado para detección y resolución de problemas.
Fuente y foto: INTA