Maíz y soja zafriña permiten una oxigenación financiera, pero no cubren las pérdidas de la zafra

En estos momentos, los agricultores están concentrados en la cosecha del maíz zafriña.  Las tareas continúan a pleno y se estima que ya se levantó más de la mitad de la superficie cultivada, con rendimientos promedios que superan los 5.000 kilogramos por hectárea.

En algunas zonas, principalmente hacia el sur y este del país, se observan algunos problemas de calidad del grano por el exceso de humedad que se tuvo al final del ciclo y que afectó las variedades susceptibles a hongos. Con esto, al productor se aplicará un descuento en el silo y recibirá un precio más bajo.

En conversación con Diario Campo, el presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Ing. Agr. Héctor Cristaldo, afirmó que “en general este año tenemos una cosecha de maíz muy buena, con relación a la del año pasado, que fue de las más flojas. Esto permitirá que haya una oxigenación financiera para el productor; que no soluciona las perdidas en soja, pero ayuda a paliar”.

Ing. Agr. Héctor Cristaldo.

Soja de entrezafra

En cuanto a la soja zafriña, manifestó que el objetivo fundamental de los agricultores fue asegurar el volumen de semillas necesarias para la siembra. En segundo lugar, con los buenos rendimientos se trató de achicar la brecha de los contratos no cumplidos, para no pagar la penalización. Como última meta, el productor esperó algún ingreso que pueda sumar a lo que le ingresó con la zafra, que fue mínimo.

“A los que le faltaba poco, pudieron cumplir con los compromisos. Pero hay mucha gente que quedó sin poder cumplir los contratos. Hay gente que sacó 300 kilos por hectáreas y vendió por adelantado más de 1.000 kilos, es imposible cerrar esa brecha. Muchos agricultores consiguieron realizar una negociación entre las partes, inclusive con plazo para el pago del faltante en tres o más años”.

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