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Sistema de gestión de calidad para mejorar la producción y seguir en mercados cada vez más exigentes

La “Certificación de la producción: los beneficios reales” fue el tema que desarrolló el Ing. Agr. Víctor Medina, director de Control Union Paraguay. Fue una de las propuestas del evento de capacitación y actualización sobre Ganadería Regenerativa, organizado por Pastoreo Racional en el salón de la ARP Regional General Bruguéz, en Mariano Roque Alonso.

Durante su presentación, el disertante manifestó que existen beneficios que muchas veces no se conocen de la certificación, que surgen a partir de la implementación de un Sistema de Gestión de Calidad (SGC).

La decisión de asumir el compromiso para implementar es el primer paso. Control Union impulsa la implementación de SGC, y a partir de ahí se observa los diferentes esquemas de certificación disponibles, explicó.  Estos pueden ser del ámbito de la sustentabilidad, orgánico o higiénico sanitario.

A nivel nacional, en el ámbito orgánico existen alrededor de 80 empresas certificadas. El esquema de sostenibilidad, que actualmente esta en auge, cuenta con unas 40 empresas acreditadas, comentó.

Con relación a la ganadería regenerativa, manifestó que, por todo lo que representa, se ajusta al esquema de sostenibilidad. “A partir de ahí, se puede analizar cómo armar la implementación del sistema que lleve a mejorar la imagen. Paraguay está obligado a promover la mejora continua y una producción diferenciada, por lo ataques que recibe el sector productivo, por el impacto social y ambiental. La única forma es habilitando nuevos sistemas, que permitan seguir produciendo de forma amigable con el ambiente”, dijo.

Recomendó a los interesados definir el sector, que puede ser social, ambiental o económico, evaluar las alternativas e iniciarse en la implementación de algún SGC.

Es común relacionar la implementación del sistema de gestión de calidad con la posibilidad de mejorar los precios. Pero, el precio está definido por la oferta y demanda, aclaró. Sin embargo, no apuntar a ese camino puede ocasionar limitaciones para acceder a mercados. “La implementación de un SGC es fundamental, y la certificación es una cuestión de trámites”, manifestó.

Contar con certificaciones implica un nivel de calidad que permite trabajar mejor. Además, exige continuar con un sistema de gestión de calidad y garantiza el crecimiento de manera productiva, disminuir los costos y ser más eficientes.

Etapas para la certificación

El primer paso es tener implementado el sistema. En una segunda etapa, se contacta a una certificadora y se analiza qué esquema certificar: orgánico, sostenibilidad o de buenas producciones agropecuarias. La siguiente fase consiste en completar una serie de formularios para establecer el presupuesto. “Una vez que el interesado confirma el presupuesto, se programa la auditoria y se realiza”, dijo Víctor Medina.

       Ing. Agr. Víctor Medina

Posteriormente, el trabajo continúa con la verificación de todos los datos y registros. De acuerdo al esquema, el proceso puede durar de uno a dos meses. “Luego, se emite el veredicto, donde se otorga la certificación o se propone que se siga mejorando el sistema”.

Tras obtener la certificación se realiza una auditoria de seguimiento, una vez al año; mientras que cada tres años se realiza una reacreditación sujeta a una auditoria más exigente que las anteriores. De esa forma, el sistema puede continuar con el avance. “No hay que tener miedo a las observaciones o disconformidades, porque nos permite aprender y mejorar”, aclaró.

Beneficios de la certificación

En cuanto a las bondades de la certificación, Víctor Medina señaló que permite mejoras en los sistemas de registro y gestión de la información, ya que genera un control más eficiente de los aspectos comerciales y técnicos. Igualmente, facilita el mejoramiento en la capacidad del personal, lo que ofrece seguridad a los procesos. La verificación y registro de emisiones de gases de efecto invernadero de cada operación también permite la optimización de los procesos.

Entre otros beneficios, resaltó que disminuye el impacto ambiental de la explotación por la disminución del uso de productos con mayor grado de toxicidad; incrementa el nivel de confianza de los clientes, colaboradores y terceras partes interesadas; ofrece ventajas competitivas frente a otras organizaciones no certificadas; garantiza la mejora continua de las actividades; optimiza la productividad; reduce los costos; y disminuye los riesgos.

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