La falta de semillas complica la proyección de siembra de mandioca en el sur del país

La última campaña de mandioca estuvo afectada por diversos problemas, que disminuyeron de forma considerable los rendimientos de este cultivo. Además, para la próxima siembra se estima una considerable reducción de la superficie en algunas zonas del país.

El Ing. Agr. Néstor Paredes, técnico de campo de Produsur S.A., mencionó que los productores, clientes de la empresa, tuvieron una producción promedio de 12.000 kg por hectárea, cuando el rendimiento normal debería rondar entre 35.000 y 40.000 kg por hectárea. “Ese fue el resultado de la zafra 2021-2022, un promedio de 12.000 kilos por hectárea, al menos de los productores que trabajan con nosotros”, aclaró.

Además, comentó que la empresa trabaja con productores de la zona de Misiones, Caazapá, Itapúa, y una parte del Alto Paraná. Con respecto a la superficie de siembra de la campaña pasada, señaló que fue 880 hectáreas, aproximadamente. No obstante, el rendimiento quedó lejos de la meta. Incluso, algunos agricultores no llegaron a los 10.000 kg por hectárea, donde la sequía fue más extensa.

Otro los inconvenientes que se observó durante la última campaña fue la cosecha antes de tiempo, señaló. “Ante el masivo ataque de la mosca blanca, el productor comenzó a arrancar su mandioca antes de que tenga la cantidad suficiente de toneladas por hectárea”, recordó.

Para la zafra 2022-2023, la empresa estima una reducción del 50 % en la superficie de siembra. Al respecto, explicó que esta situación se dará por la falta de semillas. “Según nuestro monitoreo, esa será la superficie de siembra, al menos en el área que nosotros cubrimos”.

Periodo de siembra

Con respecto al momento de siembra de la mandioca, Néstor Paredes explicó que cada departamento tiene sus particularidades, principalmente ligadas al promedio de temperatura. En ese sentido, mencionó que en Itapúa no se puede iniciar entre marzo y abril, ya que la temperatura se encuentra por debajo de los 25 °C y no ayudaría a la germinación y el crecimiento del cultivo. Sin embargo, en Concepción se inicia la zafra entre marzo y mayo.

Por otra parte, mencionó que la mayoría de las variedades que se emplean en el país son para cultivos de 12 meses, excepto algunas alternativas que permiten cosechar en 10 meses. “También hay variedades, que, para tener el mejor rendimiento, se extiende hasta 18 meses. Es decir, se completa dos ciclos de formación radicular y de almidón”.

Actualmente son muchas las variedades de mandioca las que se desarrollan en el país, cada una con sus particularidades. Igualmente, algunas se adaptan mejor al suelo arenoso y otras a los terrenos rojos y arcillosos, como los de Alto Paraná e Itapúa. “Es importante que el productor pueda identificar las variedades que mejor se adaptan al clima y el suelo de la zona en la que trabaja”.

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