Las aplicaciones preventivas son las que van a marcar la diferencia en el control del complejo de enfermedades en el cultivo de soja, aseguró el Ing. Agr. Wilfrido Morel, especialista en fitopatología, durante una entrevista para nuestro medio. Con respecto a la roya, recordó que en los últimos años no generó mayores inconvenientes. Sin embargo, aseguró que sólo fue por la falta de condiciones climáticas favorables.
El fenómeno climático El Niño plantea un gran desafío para el productor, principalmente en lo referente al control de enfermedades. El especialista en fitopatología, Wilfrido Morel, recordó que el ambiente anunciado es el ideal para el desarrollo de enfermedades en el cultivo de soja. Por lo tanto, recomendó no descartar ninguna forma de combate. “Instamos a estar atentos, a realizar el monitoreo permanente en función al sistema de producción, y establecer los programas de manejo para las enfermedades que son comunes nuestro país”, indicó.
En relación a la roya, mencionó que en las últimas campañas no tuvo una incidencia importante. No obstante, solo fue por la ausencia de un escenario climático favorable. En ese sentido, señaló que apenas se den las condiciones, la enfermedad se va a desarrollar. Puso como ejemplo lo que sucedió con los cultivos más retrasados del ciclo 2022-2023, que se vieron muy afectados. Además, subrayó que genera pérdidas importantes de rendimiento, aunque muchas veces el productor no dimensiona.
“Tuvimos altísima presión de roya en febrero de este año, cuando comenzó a llover más, en las áreas comerciales que fueron establecidas de forma más tarde, y ni que decir en las áreas de zafriña”.
Por todo lo mencionado, el especialista manifestó que la roya es una seria amenaza para esta campaña e insistió en que los productores deben tomar los recaudos para no repetir la mala experiencia del ciclo 2014-2015, cuando se tuvo la peor epidemia de esta enfermedad registrada en Paraguay. “Sabemos muy bien que el control preventivo es lo que se recomienda para estas enfermedades foliares, razón por la cual el productor tiene que establecer de manera oportuna esas aplicaciones de fungicidas con el fin de evitar que estas enfermedades se establezcan y desarrollen”.
Aplicaciones
Al ser consultado sobre el momento ideal para comenzar con las aplicaciones, el ingeniero mencionó que la recomendación es a partir de la fase V4-V6. “Esta aplicación temprana se hace justamente para evitar que los patógenos se establezcan o vayan desarrollándose durante el periodo fenológico del cultivo”.
Posteriormente, la indicación es aplicar cada 14 días, de acuerdo con los principios activos que el productor tenga establecido en el programa a desplegar en sus áreas comerciales.
Además, subrayó que no se recomienda una aplicación curativa, ya que es probable que el manejo de la enfermedad no sea exitoso. “Hay mucha diferencia entre una aplicación curativa y un control preventivo”.
Asimismo, explicó que los patógenos tienen un ciclo biológico, por lo que tardan en aparecer los primeros síntomas desde el momento de la infección. Es decir, existe un periodo en el que la enfermedad ya está, pero no es visible. “Entonces, a partir de la expresión de los síntomas recién podemos darnos cuenta de la infección en el cultivo, y puede ser muy tarde”.
