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La participación de las industrias en el PIB nacional se duplicó en la última década

Las industrias nacionales pretenden cerrar de la mejor manera un año complicado, y esperan el 2023 con un cauto optimismo. El ingeniero Enrique Duarte, presidente de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), conversó con Diario Campo y presentó una radiografía de este sector; destacó el potencial en la transformación de materia prima y señaló los principales desafíos en la actualidad.

El sector industrial paraguayo tuvo un crecimiento considerable en los últimos diez años, tiempo en el que dobló su incidencia en el Producto Interno Bruto (PIB) del país. “Dejando fuera a la industria de la construcción, el sector duplicó su participación en el PIB; y con la construcción, representa más del 32 % del PIB nacional”, destacó el titular de la UIP.

Sobre la situación actual de la industria, señaló que este año el sector tuvo un primer semestre relativamente bueno, en especial durante los primeros cuatro meses. Sin embargo, después comenzó a caer por todos los problemas ya conocidos, como el incremento acelerado de los precios de los commodities o el aumento de las tasas de regulación monetaria.

Por lo mencionado antes se generó una retracción en el mercado, lo que provocó una caída de la producción industrial. Además, esta situación se vio acentuada por el contrabando. “El contrabando sigue golpeando de forma muy importante a la industria, principalmente a los sectores de alimentos y domisanitarios”, señaló.

Más allá de los obstáculos, se espera un cierre de año positivo, un poco por debajo de los niveles del año pasado. “Esperamos el 2023 con un cauto optimismo”, manifestó Duarte.

Si bien es difícil determinar la incidencia que tiene la industria paraguaya en la generación de empleos, desde la UIP estiman que más de 400.000 puestos de trabajo dependen del sector industrial en la actualidad. “Estos son puestos de trabajo formales”, aclaró.

Oportunidades para la industria de alimentos

Con respecto a lo que se viene, Duarte señaló que ven al sector de producción de alimentos como una real industria de futuro, ya que en el país se produce mucha materia prima que se obtiene del sector agropecuario y que actualmente se exporta como granos o como aceites primarios. “Deben ser transformados para generar una mayor participación de los productos nacionales en el mercado local e internacional. Nosotros vemos mucho potencial en el sector industrial de los alimentos”, expresó.

Por otra parte, el presidente de la UIP también destacó a la industria cárnica, a la que calificó como un “producto insignia paraguayo” que no deja de crecer y generar puestos de trabajo.

Señaló que se puede esperar más inversiones en los próximos años en el sector industrial de alimentos. Al respecto, comentó que se observan capitales de otros países que pretenden invertir en este segmento en particular.

Desafíos

Con respecto a los desafíos, Duarte se refirió a la necesidad de contar con un plan de desarrollo industrial del Gobierno, por lo menos, para los próximos 10 años. Además, pidió un combate frontal al contrabando y que mejore la previsibilidad jurídica. “El capital, al final, busca tener una presión tributaria baja, que la tenemos, pero también una seguridad jurídica. Nosotros necesitamos ser un país previsible, y para eso tenemos que trabajar y mejorar en materia judicial”, manifestó.

Ventajas competitivas

Paraguay tiene varias ventajas competitivas, como la energía limpia, una baja presión tributaria, leyes de incentivo, un costo de mano de obra razonable; y, sobre todo, una población mayoritariamente joven. “Entonces, la presión es trabajar por la industria nacional, ya que debemos generar posibilidades de empleo para esa población joven”, sostuvo el presidente de la UIP.

Más de la mitad de las personas que ingresan a la franja de la población económicamente activa tienen problemas para acceder al primer empleo en la actualidad. Por ello, es necesario generar oportunidades, reiteró. “Esa es la agenda que nosotros tenemos, seguir trabajando sobre el clima de negocios del país, que hoy es bueno; seguir trabajando por mantener la estabilidad macroeconómica, por una mejor previsibilidad jurídica y en la lucha contra el contrabando. De esa forma, continuará la inversión, tanto extranjera como internacional”, dijo.

El compromiso del sector es generar más puestos de trabajo a través de la inversión. Además, otro de los objetivos es acelerar el desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes). En esta área, el trabajo consiste en buscar la formalización, para que de esa forma puedan crear más empleos.

Vaivenes políticos

El clima político actual afecta al sector industrial. Al respecto, Duarte mencionó que en épocas electorales se plantean proyectos de leyes que prevalecen intereses políticos por encima de los intereses económicos. “Sin ninguna duda, el electoralismo tiene un efecto directo sobre la economía; y hoy, en la salida de la pandemia, nosotros necesitamos seriedad, honestidad, que las instituciones funcionen y que se recupere la economía. Y eso solamente se puede dar cuando las instituciones funcionan”, expresó.

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