Además de la revisión a la baja de la producción global de cereales en el 2022, las estimaciones sobre las reservas mundiales al cierre de las campañas de 2023 también se redujeron. Esto se destaca en el reporte de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), emitido a principios de setiembre.
Según el informe de la FAO, las reservas de cereales al cierre del 2023 serían de 845.000.000 de toneladas, un 2,1 % (18.500.000 de toneladas) inferior que en sus niveles de apertura. Igualmente, este pronóstico refleja 9.300.000 de toneladas menos que lo anunciado en el reporte que emitió la organización en julio pasado.
En consecuencia, la FAO estima que disminuya levemente la relación entre las reservas y la utilización de cereales a escala mundial. Se espera que pase del 30,9 % de 2021/2022 al 29,5 % en 2022/2023, lo que sería el nivel más bajo desde el 2013/2014; aunque señala que todavía es elevado desde una perspectiva histórica.
Con respecto a las causas que generan la caída de las reservas mundiales de cereales, el informe señala que la principal es la disminución de las existencias de maíz prevista en la Unión Europea, provocada por las perspectivas de menor producción en relación al reporte del mes de julio.
De acuerdo a las previsiones, tras la revisión a la baja de 8.300.000 de toneladas de este mes, las reservas mundiales de cereales secundarios se contraerán, y se situarán en 355.000.000 de toneladas, es decir, un 4 % menos que sus niveles de apertura. Se prevé reducciones del 3,3 %, el 7,7 % y el 10,4 % en las existencias de maíz, cebada y sorgo, respectivamente.
Más trigo
En contrapartida, en el informe se destaca que las existencias mundiales de trigo al cierre de la campaña, estimadas en 299.000.000 de toneladas, se incrementen ligeramente en relación a sus niveles de apertura. Sin embargo, la mayor parte del aumento interanual previsto se concentra en China y Rusia; y en menor medida en Canadá y Ucrania.
En tanto, se pronostican disminuciones en India y la Unión Europea, como también en Australia, Estados Unidos, en varios países asiáticos, el Cercano Oriente y África del Norte.
