El anuncio del Ministerio de Transporte de Argentina sobre el inicio de las gestiones para el cobro de peaje por el uso del tramo norte de la Hidrovía Paraná – Paraguay, que se realizó el pasado 30 de septiembre, causó preocupación en Paraguay y motivó una reunión entre los sectores público y privado involucrados.
Representantes de las instituciones y gremios afectados mantuvieron una reunión el 4 de octubre en el Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE). En la ocasión, analizaron el impacto de la medida y los caminos posibles para enfrentar esta disposición que amenaza a la competitividad del comercio exterior paraguayo y el transporte fluvial. Así también, el funcionamiento general de la Hidrovía Paraná – Paraguay.
Acordaron que la cancillería enviará una nota de rechazo a la medida. Esto, porque la intensión contradice el acuerdo de la hidrovia. “Por un lado, indica que se tiene que cumplir la prestación de un servicio efectivo para el cobro, lo que no se da. Y, por otro lado, que cualquier nueva medida a ser implementada tiene que ser tomada por un acuerdo entre las partes”, dijo Hugo Pastore, director ejecutivo de Capeco.
En la ocasión, también se resolvió la convocatoria inmediata del Consejo de la hidrovía. El objetivo es realizar una reunión entre todos los países signatarios, para debatir y analizar el tema.
De esta forma, Paraguay rechaza la intención de manera unánime. La cancillería, a nivel oficial, sentará la postura inmediatamente, dijo.
En la reunión participaron representantes de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), la Federación de Cooperativas de Producción (Fecoprod), el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay (Cafym), la Cámara Paraguaya de Terminales y Puertos Privados (Caterppa), la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro), la Marina Mercante y de la Cancillería.
Argumentos del rechazo
No es la primera vez que el Gobierno argentino tiene la intensión de implementar el cobro de peaje a la navegación en su tramo soberano. Si bien, el río es un recurso del país, existen leyes, tratados y acuerdos que garantizan la navegación internacional.
La disposición argentina del cobro de peaje está sujeta a una consulta pública. “No está muy claro cómo lo van a hacer. Pero, de todos modos, para nosotros no procede. No es una cuestión depende de una consulta pública, sino de otro camino que está relacionado al tratado de la hidrovía”, afirmó Pastore.
En este sentido, explicó que el tratado de la hidrovía es claro. Se puede cobrar peaje en el caso que se preste algún tipo de servicio. Los convoyes de barcazas paraguayos navegan normalmente con un calado de próximamente 10 pies. A partir de la confluencia hacia el sur, no se necesita hacer trabajos especiales para tener ese nivel de calado para navegar.
“Si bien es cierto que, por las aguas muy bajas que se llegó a tener, realizaron algunos trabajos de dragado y señalizaciones; de la misma forma que se realizó en Paraguay en tramos compartidos y soberanos. Pero no por eso Paraguay está cobrando peaje”, agregó.
Pastore afirmó que Argentina realizó un trabajo importante de mejoramiento, en el tramo del Gran Rosario y la desembocadura del Río de la Plata. En este lugar, se cobra el peaje por servicio efectivamente prestado a buques de gran calado, a los que se les permitió cargar un mayor peso. “Pero, realmente en nuestro caso no se aplica porque las barcazas van con muy poco calado”, concluyó.
