Carlo Picco, gerente de certificaciones de Control Union, asegura que la trazabilidad es fundamental en un sistema productivo, ya que muestra el seguimiento de la información relacionada a un producto final. Es más, abarca todas las fases de la cadena de suministro por las cuales pasó hasta llegar al punto de origen de la materia prima.
Además, explica que en el panorama actual el consumidor quiere un acceso más amplio a información detallada sobre el producto que adquiere, en términos de calidad, seguridad alimentaria o sostenibilidad. En ese sentido, señala que garantizar que tenga la certeza de que cumple con sus expectativas es un elemento indispensable.
Al respecto de la exigencia de trazabilidad por parte de la Unión Europea, contexto en el que surge el Reglamento UE 1115/2023, asegura que Paraguay tiene elevados estándares ambientales, por lo que la trazabilidad representa una herramienta clave para exhibir a nivel internacional el compromiso del país, tanto en sostenibilidad como con el cumplimiento de normativas legales.
Es más, destaca que Paraguay tiene ventajas competitivas para perfeccionar su sistema y consolidar su presencia en la Unión Europea, así como en cualquier otro mercado.
Por otra parte, Picco señala que los elementos fundamentales para asegurar la trazabilidad son una identificación única, registros detallados y un sistema integral de datos precisos del producto, como las fases de procesamiento y los puntos de transporte que atravesó hasta llegar a manos del consumidor final. Al respecto, menciona que existen dos puntos críticos a nivel país: la generación de los registros y un sistema de trazabilidad que sea capaz de vincular los registros de cada una de las etapas de la cadena de suministro.
Requisitos de deforestación y trazabilidad de la UE
El gerente de certificaciones de Control Union también recuerda que Paraguay dispone herramientas legales y administrativas que respaldan el cumplimiento de los requisitos de deforestación y trazabilidad de la UE. En ese sentido, menciona que en la región Oriental del país se encuentra vigente la ley que prohíbe la transformación y conversión de bosques desde el año 2004. En tanto, para el Chaco existe la legislación que establece el aprovechamiento racional de los recursos naturales. Además, los planes de usos de las tierras requieren estudios de evaluación de impactos ambientales aprobados.
También el sector ganadero cuenta con el Sistema de Trazabilidad del Paraguay (Sitrap), que apunta a fortalecer las garantías otorgadas para la certificación de las carnes producidas para exportación a mercados que exijan trazabilidad.
Sin embargo, manifiesta que el principal desafío es crear un sistema de trazabilidad que abarque a todos los rubros incluidos en el Reglamento UE 1115/2023.
Reglamento UE 1115/2023
Es importante recordar que el Reglamento UE 1115/2023 establece requisitos socioambientales para rubros como la ganadería bovina, producción de soja, producción maderera, entre otros. Básicamente, impone como condición que ninguno de estos provenga de tierras con cambio de uso de suelo posterior al 31 de diciembre de 2020; o bien, que su obtención implicó la degradación de bosques. Por ello, la trazabilidad se convierte en una herramienta fundamental para evidenciar el cumplimiento de requisitos, asegura.
Más allá de que el volumen de exportación directa de algunos commodities a la Unión Europea es bajo, sostiene que este requisito puede ser igualmente aplicable de acuerdo con el país participante en la cadena de suministros. Como ejemplo, recuerda que el 90 % de la soja paraguaya de la zafra anterior se exportó a Argentina y Brasil. “Si estos países exportan a la UE, los mismos deben cumplir con la regulación. Esto significa que, independientemente al porcentaje de exportación directa, el bloque económico regional traspasa a Paraguay la necesidad de cumplir con la Regulación 1115/2023”.
